15 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 367

 

Entonces, Me dirijo a ustedes, almas elegidas, ¿tampoco ustedes entienden el amor de Mi Corazón? Y aquí también se ha desilusionado Mi Corazón: no encuentro el abandono total en Mi amor. Tantas reservas, tanta desconfianza, tanta precaución. Para consolarte te diré que hay almas que viven en el mundo, que Me quieren sinceramente en sus corazones permanezco con delicia, pero son pocas. También en los conventos hay almas que llena de alegría Mi Corazón. En ellas están grabados Mis rasgos y por eso el Padre Celestial las mira con una complacencia especial. Ellas serán la maravilla de los Ángeles y de los hombres. Su número es muy pequeño, ellas constituyen una defensa ante la Justicia del Padre Celestial e imploran la misericordia por el mundo. El amor y el sacrificio de estas almas sostienen la existencia del mundo. Lo que más dolorosamente hiere Mi Corazón es la infidelidad del alma elegida por mí especialmente; esas infidelidades son como espadas que traspasan Mi Corazón.

 

Jesús en Ti confío
 
 
 
 
 
 

14 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 367

 

En cierta ocasión Jesús me hizo conocer que cuando le ruego por alguna intención que a veces me recomiendan, está siempre dispuesto a conceder sus gracias, pero las almas no siempre quieren aceptarlas. Mi Corazón esta colmado de gran misericordia para las almas y especialmente para los pobres pecadores. Oh, si pudieran comprender que Yo soy para ellas el mejor Padre, que para ellas de Mi Corazón ha brotado Sangre y Agua como de una fuente desbordante de misericordia; para ellas vivo en el tabernáculo; como Rey de Misericordia deseo colmar las almas de gracias, pero no quieren aceptarlas. Por lo menos tú ven a Mí lo más a menudo posible y toma estas gracias que ellas no quieren aceptar y con esto consolaras Mi Corazón. Oh, qué grande es la indiferencia de las almas por tanta bondad, por tantas pruebas de amor. Mi Corazón esta recompensado solamente con ingratitud, con olvido por parte de las almas que viven en el mundo. Tienen tiempo para todo, solamente no tienen tiempo para venir a Mi a tomar las gracias.

 
Jesús en Ti confío
 
 
 

 
 
 
 

13 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 584

 

Cuando contemplas en el fondo de tu corazón lo que te digo, sacas un provecho mucho mayor que si leyeras muchos libros. Oh, si las almas quisieran escuchar Mi voz cuando les hablo en el fondo de sus corazones, en poco tiempo llegarían a la cumbre de la santidad.
 

Jesús en Ti confío
 
 
 
 
 

12 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 618
 

Al comienzo de la Cuaresma pedí a mi confesor una mortificación para aquel periodo cuaresmal y recibí la de no reducirme los alimentos, sino de meditar durante las comidas sobre cómo Jesús en la cruz aceptó el vinagre con hiel: sería una mortificación. No sabía que de ella sacaría un provecho tan grande para mi alma. El provecho consistía en que meditaba continuamente su dolorosa Pasión y cuando estaba comiendo, no distinguía lo que comía sino que estaba ocupada por la muerte de mi Señor.

Jesús en Ti confío
 
 
 

 
 
 
 

11 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 619
 

Al comienzo de la Cuaresma pedí también el cambio del examen particular de conciencia y recibí esto: que todo lo que iba a hacer, lo haría con pura intención de reparación por los pecadores. (80) Esto me mantiene en una continua unión con Dios y esta intención hace más perfectas mis obras, ya que todo lo que hago, lo hago por las almas inmortales. Todas las penas y todas las fatigas son nada cuando pienso que sirven para reconciliar las almas pecadoras con Dios. 

Jesús en Ti confío
 
 

 
 
 

10 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 203

 

Ahora, en esta Cuaresma, a menudo siento la Pasión del Señor en mi cuerpo; todo lo que sufrió Jesús, lo vivo profundamente en mi corazón, aunque por fuera mis sufrimientos no se delatan por nada, solamente el confesor sabe de ellos.
 

Jesús en Ti confío
 
 
 



 

9 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 307

 

Una vez, durante la Cuaresma, encima de nuestra capilla y de nuestra casa, vi una gran claridad y una gran oscuridad. Vi la lucha de estas dos potencias… 

Jesús en Ti confío
 
 
 
 
 
 

8 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 1049

 

Soy sumamente feliz a pesar de ser la más pequeña y no quisiera cambiar nada de lo que Dios me ha dado. Ni siquiera con un serafín quisiera cambiar el conocimiento interior que Dios me da de Sí Mismo. Mi unión interior con Dios es tal que ninguna criatura puede comprenderla y, especialmente, el abismo de su misericordia que me envuelve completamente. Soy feliz con todo lo que me das. 

Jesús en Ti confío
 
 
 


 

7 de agosto de 2020

Meditar el evangelio 

de hoy con tres puntos.

Primer Viernes 7-8-2020

Mt 16,24.28. 

 

El seguimiento de Jesús exige el cargar con la cruz de cada día y seguirle con todas las consecuencias. Es venderlo todo con tal de poseer el tesoro que es Jesús.

1. Cuando se habla de donde comienza el camino serio de nuestra santidad, dicen que está en la abnegación, en negarse a sí mismo.

2. Es el olvido de si. Es el vivir cumpliendo en todo la voluntad de Dios y renunciar a nuestro propio yo que siempre quiere salirse con la suya.

3. Es perder la vida para ganarla en plenitud. Es siempre la lógica del Amor de Dios que vence y barre todos nuestros egoísmos.

 + Francisco Cerro Chaves

Arzobispo de Toledo. Primado de España

 


Del Diario de Santa Faustina, 1203

 

San José me pidió tenerle una devoción constante. El mismo me dijo que rezara diariamente tres oraciones y el Acuérdate una vez al día. Me miró con gran bondad y me explicó lo mucho que está apoyando esta obra. Me prometió su especialísima ayuda y protección. Rezo diariamente las oraciones pedidas y siento su protección especial.
 
Jesús en Ti confío
 
 
 


 

6 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 147

 

Recuerdo que recibí luz en la mayor abundancia durante la adoración de media hora que hacía todos los días durante la Cuaresma, postrándome en cruz delante del Santísimo Sacramento. En aquel tiempo me conocí más profundamente a mí y a Dios. Para hacer aquella oración encontré muchos obstáculos, a pesar de tener el permiso de las Superioras. El alma debe saber que para orar y perseverar en la oración, tiene que armarse de paciencia y con esfuerzo superar las dificultades exteriores e interiores. Las dificultades interiores: el desaliento, la aridez, la pereza, las tentaciones; las exteriores: el respeto humano y la necesidad de respetar los momentos destinados a la oración. Yo misma experimenté que si no rezaba la oración en el momento establecido, después tampoco la rezaba, porque no me lo permitían los deberes y si la recé, fue con gran dificultad, porque el pensamiento huía hacia los deberes. Me sucedió también esta dificultad que si el alma había rezado bien la oración y había salido de ella con un profundo recogimiento interior, otras personas perturbaban ese recogimiento. Así, pues, es necesaria la paciencia, para perseverar en la oración. Me sucedió más de una vez que cuando mi alma estaba sumergida en Dios más profundamente y sacaba mayor provecho de la oración, y la presencia de Dios la acompañaba durante el día, y en el trabajo había más concentración y más perfección, y más empeño en el deber, no obstante me sucedía que justamente entonces recibía el mayor número de reproches de ser negligente, indiferente a todo, porque las almas menos recogidas quieren que las demás se les parezcan, ya que constituyen para ellas un remordimiento continuo.

 
Jesús en Ti confío




 

5 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 947

 

A veces hay horas enteras cuando mi alma está sumergida en el asombro viendo la Majestad infinita que se humilla tanto hacia mi alma. Es incesante mi asombro interior de que el Señor Altísimo tenga en mí su complacencia y Él Mismo me lo diga; y yo me hundo aún más en mi nada porque sé lo que soy por mí misma. Sin embargo, debo decir que amo igualmente a mi Creador hasta la locura, con cada latido del corazón, con cada nervio; sin saberlo, mi alma se hunde, se hunde…. en Él. Siento que nada me separará del Señor, ni el cielo, ni la tierra, ni la actualidad, ni el futuro, todo puede cambiar, pero el amor nunca, nunca, él permanece siempre el mismo. (293) Él, el Soberano Inmortal, me da a conocer su voluntad para que lo ame de modo singular y Él Mismo infunde en mi alma la capacidad para tal amor con el cual desea que lo ame. Me sumerjo en Él cada vez más y no tengo miedo de nada. El amor ha ocupado todo mi corazón y aunque me hablaran de la justicia de Dios y de cómo tiemblan delante de Él hasta los espíritus puros y se cubren el rostro y sin cesar dicen: Santo, y que de eso resulta que mis relaciones familiares con el Señor es una falta de respeto para su honor y su Majestad, ¡oh, no, no y una vez mas no! El amor puro comprende todo. El máximo horror y la más profunda adoración, pero es en la más profunda tranquilidad que el alma está sumergida en Él por el amor y todo lo que dicen exteriormente las criaturas no tiene influencia en ella. Lo que le dicen de Dios, es una pálida sombra en comparación a lo que ella vive interiormente con Dios y a veces se extraña de que las almas admiren alguna afirmación referente a Dios: porque para ella es el pan de todos los días, porque ella sabe que lo que se logra (294) expresar con palabras, no es al fin tan grande; acepta y escucha todo con respeto, pero ella tiene su vida particular en Dios.

 
Jesús en Ti confío
 
 
 


 

4 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 946

 

Hoy la presencia de Dios me penetra totalmente como un rayo de sol. El anhelo de mi alma por Dios es tan grande que en cada momento me produce un desmayo. Siento que el Amor eterno toca mi corazón, mi pequeñez no logra soportarlo, (292) sino que me produce un desmayo; no obstante la fuerza interior es muy grande. El alma desea igualar el Amor que la ama. En tales momentos el alma tiene un conocimiento muy profundo de Dios y cuanto más lo conoce, tanto más ardiente, más puro es su amor hacia Él. Oh, inconcebibles son los misterios del alma con Dios. 

Jesús en Ti confío
 
 
 

 

 

3 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 948

 

Hoy, durante la Pasión, he visto a Jesús martirizado, coronado de espinas y con un pedazo de caña en la mano. Jesús callaba, mientras los soldadotes rivalizaban torturándolo. Jesús no decía nada, solamente me miró; en aquella mirada sentí su tortura tan tremenda que nosotros no tenemos ni siquiera una idea de lo que Jesús sufrió por nosotros antes de la crucifixión. Mi alma está llena de dolor y de nostalgia: sentí en el alma un gran odio por el pecado, y la más pequeña infidelidad mía me parece una montaña alta y la reparo con la mortificación y las penitencias. Cuando veo a Jesús martirizado, el corazón se me hace pedazos; pienso en lo que será de los pecadores si no aprovechan la Pasión de Jesús. En su Pasión veo todo el mar de la misericordia.

 
Jesús en Ti confío
 
 
 
 
 
 
 

2 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 930
 

Oh Jesús mío, cuando vaya a Tu casa y me colmes de Ti mismo, y esto será para mí la plenitud de la felicidad, no olvidaré la humanidad; deseo levantar las cortinas del cielo para que la tierra no dude de la Divina Misericordia. Mi descanso está en proclamar Tu misericordia. El alma rinde la mayor gloria a su Creador cuando se dirige con confianza a la Divina Misericordia.
 

Jesús en Ti confío
 
 
 

 

1 de agosto de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 936
 

 Cierta alma que estaba en nuestro pabellón, estaba muriendo, sufría tremendamente, estuvo agonizando tres días, recobrando el conocimiento de vez en cuando. Todos en la sala rogaban por ella. Yo también deseaba ir, pero la Madre Superiora me había prohibido visitar a los agonizantes, por eso rogaba por esa querida alma en mi habitación aislada. Pero al saber que aun sufría y que no se sabía cuánto tiempo iba a durar todavía, repentinamente algo agitó mi alma y le dije al Señor: Oh Jesús, si todo lo que hago Te es agradable, Te ruego, como una prueba de esto, que esa alma no sufra más, sino que pase en seguida a la felicidad eterna. Pocos minutos después supe que aquella alma se había dormido tan serena y rápidamente que ni siquiera dio tiempo de encender la vela.
 
 
 
 
 
 
 

31 de julio de 2020

 DEL DIARIO DE SANTA FAUSTINA, 941

 

¡Oh, cuán grande es la dignidad del sacerdote! Pero también, ¡oh, gran responsabilidad del sacerdote! Oh sacerdote, te ha sido dado mucho, pero de ti se exigirá también mucho….



 
 
 

30 de julio de 2020

DEL DIARIO DE SANTA FAUSTINA, 940  
 
Oh Jesús, danos sacerdotes celosos y santos.

 

 
 
 

 

29 de julio de 2020

28 de julio de 2020

        Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincero incluso con aquellos de los cuales sé me que abusarán de mi bondad. Y yo mismo me encerraré en el Misericordioso Corazón de Jesús. Soportaré mis  propios sufrimientos en silencio.
 
 

 
 
 
 
 

27 de julio de 2020

         Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.
 
 
 
 
 
 

26 de julio de 2020

      Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras, para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y penosas.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

25 de julio de 2020

       Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás hable negativamente de mi prójimo, sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos.
 
 
 
 
 
 
 

24 de julio de 2020

        Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle.  
 
 
 
 
 
 

22 de julio de 2020

    Seamos, cada uno de nosotros, como Santa Faustina Kowalska, apóstoles de la Misericordia. Recuerden la promesa que el Señor hizo a Santa Faustina: “A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso” (Diario 1075).


 
 
 
 

21 de julio de 2020

          “La misericordia a la cual somos llamados abraza a toda la creación, que Dios nos ha confiado para ser cuidadores y no explotadores, o peor todavía, destructores”. Audiencia general interreligiosa del papa Francisco, miércoles 28 de octubre de 2015.
 
 
 
 
 

20 de julio de 2020

      “No se puede vivir sin perdonarse, o al menos no se puede vivir bien, especialmente en familia”. Audiencia general del papa Francisco, miércoles 4 de noviembre de 2015.
 
 
 
 
 
 
 
 

19 de julio de 2020

     “Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios”. Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma 2015.