29 de noviembre de 2020

28 de noviembre de 2020

26 de noviembre de 2020

22 de noviembre de 2020

14 de noviembre de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 159
 

 

 Oh, Hostia Santa, Tú estás encerrada para mí
 
 en un cáliz de oro,
 para que en la grande selva del exilio
 yo camine pura, inmaculada, intacta,
 y que lo haga el poder de Tu amor. 

 Oh, Hostia Santa, habita en mi alma,
 purísimo Amor de mi corazón;
 que Tu luz disipe las tinieblas;
 Tú no niegas la gracia a un corazón humilde.

 Oh, Hostia Santa, Delicia del Paraíso,
 aunque ocultas Tu belleza
 y Te presentas a mí en una miga de pan,
 la fuerte fe desgarra este velo.
 
 
 

13 de noviembre de 2020

Diario de Santa Faustina, 161;3
 

Oh María, Virgen, Azucena más bella,
 Tu Corazón fue el primer tabernáculo para Jesús en la tierra,
 y eso porque Tu humildad fue la más profunda,
 y por eso fuiste elevada por encima de los coros de los ángeles y de los santos. 

Oh María, dulce Madre mía,
 Te entrego el alma, el cuerpo, y mi pobre corazón,
 sé Tú la custodia de mi vida,
 y especialmente en la hora de la muerte,
 en el último combate.
 
 
 
 
 
 

12 de noviembre de 2020

Diario de Santa Faustina158
 

 (...) Oh, qué infinitamente bueno es Dios, nos persigue con su bondad. Con mucha frecuencia el Señor me concede las mayores gracias cuando yo no las espero en absoluto.
 
 
 


 

11 de noviembre de 2020

ORACIÓN POR LOS FIELES DIFUNTOS DEL COVID-19

Elevemos una oración por los fieles difuntos.

 

Dios de misericordia y amor,  ponemos en tus manos amorosas  a nuestros hermanos y hermanas  que has llamado de esta vida a tu presencia.

 En esta vida les demostraste tu gran amor,  y ahora que ya están libres de toda preocupación  concédeles pasar con seguridad las puertas de la muerte  y gozar de la luz y la paz eterna.

 Habiendo terminado su vida terrena recíbelos en el paraíso,  en donde ya no habrá tristeza ni dolor,  sino únicamente felicidad y alegría con Jesús, tu Hijo,  y con el Espíritu Santo, para siempre.  Amén.

 

Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. Lucas 12:35-36

 

Dios nuestro Señor, esperamos expectantes. Aun entre la gran angustia que hay en la tierra, esperamos con añoranza la llegada de tu día, cuando ya hayan pasado los dolores de la muerte, tu reino empiece y el reinado de Jesucristo se expanda a todo el mundo con poder y gloria.

Que se realice tu promesa y se haga tu voluntad en la tierra. Que siempre haya gente que crea y ore con fe “¡Señor Dios, Ven! Ven, Señor Dios.

 Los humanos no entendemos cómo vivir. Envíanos a Cristo Jesús, Salvador, Señor, y Juez de vivos y muertos. ¡Dale termino a todo pecado y muerte!”

Te damos gracias por darnos esta fe y permitirnos orar: “Ven, Señor Jesús. ¡Sí, ven pronto, Señor Jesús!”

Te pedimos protegernos en la fe. Haz que esta fe se cumpla para la gloria de tu nombre. Amén.

 
 
 
 
 
 

10 de noviembre de 2020

ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA

 

Acudo a Tu misericordia Dios Compasivo, ya que sólo Tú eres bondad.

Aunque mi miseria es grande y mis ofensas muchas, confío en Tu misericordia porque eres el Dios de la misericordia y desde tiempo inmemorial nunca se ha oído, ni el cielo ni la tierra recuerdan, que un alma confiada en Tu misericordia, haya quedado decepcionada.

Oh Dios de piedad, sólo Tú puedes justificarme y jamás me rechazarás, cuando yo, arrepentida, me acerque a Tu Corazón misericordioso, del cual nadie ha sido rechazado jamás, aunque haya sido el pecador más grande (Diario, 1730).

[Porque tu Hijo me aseguró:] Antes el ciclo y la tierra se vuelven a la nada, que Mi misericordia deje de abrazar a un alma confiada (Diario, 1777).

Oh Jesús, Amigo del Corazón solitario, Tú eres mi puerto, Tú eres mi paz, Tú eres mi única salvación, Tú eres la serenidad en los momentos de lucha y en el mar de dudas. Tú eres el rayo brillante que ilumina el sendero de mi vida. Tú eres todo para el alma solitaria. Tú comprendes al alma, aunque ella permanezca callada. Tú conoces nuestras debilidades y como un buen médico consuelas y curas, ahorrándonos sufrimientos, como un buen experto (Diario, 247)
 
 
 
 
 
 
 

 

9 de noviembre de 2020

ORACIÓN AL A DIVINA MISERICORDIA

 

 ¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión,

¡Oh Dios!; y clama con la potente voz de la desdicha.

¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal! ¡Oh Señor!, Bondad que escapa nuestra comprensión, que conoces nuestra miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti, Te lo imploramos:

Adelante con Tu gracia y continúa aumentando Tu misericordia en nosotros, para que podamos, fielmente, cumplir

Tu santa voluntad, a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte.

Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos Tuyos, aguardemos la última venida (día que Tú solo sabes).

Y esperamos obtener lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad. Porque Jesús es nuestra esperanza: A través de su Corazón misericordioso, como en el Reino de los Cielos.




 
 
 
 
 

8 de noviembre de 2020

ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
 

Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentamos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa y divina voluntad, que es el Amor y la Misericordia Misma. (Diario, 950).
 
 
 
 

 

7 de noviembre de 2020

CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA A LA DIVINA MISERICORDIA

 

Oh Dios Uno y Trino, fuente inextinguible de Vida que es la Luz de los hombres, Padre Creador, Hijo Redentor, Espíritu Santo Santificador!

Nuestra familia se postra ante ti en esta hora de dificultades para implorar tu Gran Misericordia, que brota del profundo piélago de tu Amor divino, surge en el Corazón Sacratísimo de Jesús y nos llega por la mediación universal del Inmaculado Corazón de María, tu Madre.

A tu Misericordia divina deseamos consagrar hoy nuestras personas, nuestra familia y nuestra vida para que nunca dejes de mirarnos con benevolencia.

Mira, en primer lugar, el fondo de nuestro corazón contrito y humillado que reconoce sus errores e ingratitudes. Muéstrate indulgente ante la multitud de nuestras deudas y pecados personales y perdona la culpa y la pena que por ellos justamente hemos merecido.

Acoge compasivo, los dolores y peticiones de nuestra familia para que, unidos firmemente en un mismo corazón, seamos fieles a tus mandatos de Amor y nuestro hogar sea un remanso de paz y virtud, que refleje constantemente el modelo de tu Sagrada Familia de Nazaret.

Atiende benigno las peticiones que hacemos diariamente por nuestras necesidades materiales y espirituales.

Envíanos tu Espíritu de Luz y Sabiduría infinitas para que viendo los pequeños sucesos de cada día con ojos de eternidad, seamos siempre fieles a la vocación que asignaste a cada uno de nosotros en tus designios misericordiosos, de modo que se haga realidad el deseo de tu Sagrado Corazón de reinar en y a través de nuestra familia. Jesús, confiamos en ti.

Te encomendamos también mediante esta consagración a todas las autoridades de nuestro país y a los pastores de tu Iglesia para que por tu Misericordia tengan la luz y fortaleza necesarias que lleve a nuestra nación según los deseos de tu Sagrado Corazón, que son de paz y no de aflicción.

Asimismo, queremos unir en este acto, nuestra voluntad e intenciones a las que tuvo el Santo Padre el día 17 de agosto del 2002 en Polonia, al consagrar entonces el mundo a tu Divina Misericordia

Todo esto te lo pedimos por medio del Corazón Inmaculado de María, para que haga llegar nuestra oración al Corazón Misericordioso de Jesús, en el seno de tu Trinidad Beatísima.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal. Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.

Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal. Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero


 


 
 

6 de noviembre de 2020

ALABANZAS A LA DIVINA MISERICORDIA
 

Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es Amor y Misericordia.

Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte como Te mereces. Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza. (11, 296-297).
 
 




 

5 de noviembre de 2020

Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.
 
 
 
 
 
 
 

4 de noviembre de 2020

3 de noviembre de 2020

2 de noviembre de 2020

1 de noviembre de 2020

Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados, en Ti confío.