13 de noviembre de 2020

Diario de Santa Faustina, 161;3
 

Oh María, Virgen, Azucena más bella,
 Tu Corazón fue el primer tabernáculo para Jesús en la tierra,
 y eso porque Tu humildad fue la más profunda,
 y por eso fuiste elevada por encima de los coros de los ángeles y de los santos. 

Oh María, dulce Madre mía,
 Te entrego el alma, el cuerpo, y mi pobre corazón,
 sé Tú la custodia de mi vida,
 y especialmente en la hora de la muerte,
 en el último combate.
 
 
 
 
 
 

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