Del Diario de Santa Faustina, 1512
Jesús explica: Una hora de meditación de Mi dolorosa Pasión tiene mayor mérito que un año entero de flagelaciones a sangre; la meditación de Mis dolorosas llagas es de gran provecho para ti y a Mí. Me da una gran alegría (“Diario” 369). Hija Mía, medita frecuentemente sobre Mis sufrimientos que padecí por ti y nada de lo que tú sufres por Mí te parecerá grande. Me agrada más cuando contemplas Mi dolorosa Pasión; une tus pequeños sufrimientos a Mi dolorosa Pasión para que adquieran un valor infinito ante Mi Majestad.
Del Diario de Santa Faustina, 1565
"Cuando entré por un momento en la capilla, el Señor me dijo: Hija Mía, ayúdame a salvar a un pecador agonizante; reza por él esta coronilla que te he enseñado. Al empezar a rezar la coronilla, vi a aquel moribundo entre terribles tormentos y luchas. El Ángel Custodio lo defendía, pero era como impotente ante la gran miseria de aquella alma; una multitud de demonios estaba esperando aquella alma. Mientras rezaba la coronilla, vi a Jesús tal y como está pintado en la imagen. Los rayos que salieron del Corazón de Jesús envolvieron al enfermo y las fuerzas de las tinieblas huyeron en pánico. El enfermo expiró sereno. Cuando volví en mi, comprendí la importancia que tiene esta coronilla rezada junto a los agonizantes, ella aplaca la ira de Dios."
Del Diario de Santa Faustina, 1761
En el periodo de Cuaresma meditamos sobre el sufrimiento de Jesús más frecuentemente, el sufrimiento que aceptó por el amor hacia nosotros y por nuestra salvación. Participamos en los oficios del Vía Crucis y otros, leemos los pasajes de la Biblia que anuncian y cuentan los acontecimientos pascuales. Jesús enseñó a Sor Faustina y, por lo mismo lo enseña a nosotros, que considerase Su martirio de tal forma como si lo hubiera aceptado solo por ella.
Del Diario de Santa Faustina, 1097
Desde aquellos días vivo bajo el manto virginal de la
Santísima Virgen, ella me cuida y me instruye; estoy tranquila junto a su
Inmaculado Corazón, ya que soy débil e inexperta, por eso, como una niña me
abrazo a su Corazón. A pesar de afirmarme Dios en esta virtud, vigilo.
Del Diario de Santa Faustina, 788
Cuando hablaba con el Dios oculto, me ha dado a conocer y comprender que no debo reflexionar mucho ni tener miedo de las dificultades que puedo encontrar. Has de saber que Yo estoy contigo, establezco las dificultades, las supero, y en un solo instante puedo cambiar las posturas contrarias en actitudes favorables a esta causa. Durante el coloquio de hoy el Señor me ha aclarado mucho, aunque no escribo todo.
Del Diario de Santa Faustina, 681
Durante los tormentos más duros fijo mi mirada en Jesús crucificado; no espero ayuda de parte de los hombres, sino que tengo mi confianza en Dios; en su insondable misericordia está toda mi esperanza. Durante los tormentos más duros fijo mi mirada en Jesús crucificado; no espero ayuda de parte de los hombres, sino que tengo mi confianza en Dios; en su insondable misericordia está toda mi esperanza.