Del Diario de Santa Faustina, 80
Oh prisionero del amor, encierro mi pobre corazón en este tabernáculo para adorarte sin cesar día y noche. No sé de ninguna objeción a esta adoración, y aunque estoy físicamente lejos de Ti, mi corazón está siempre Contigo. Nada puede impedir mi amor hacia Ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario