14 de noviembre de 2020

Del Diario de Santa Faustina, 159
 

 

 Oh, Hostia Santa, Tú estás encerrada para mí
 
 en un cáliz de oro,
 para que en la grande selva del exilio
 yo camine pura, inmaculada, intacta,
 y que lo haga el poder de Tu amor. 

 Oh, Hostia Santa, habita en mi alma,
 purísimo Amor de mi corazón;
 que Tu luz disipe las tinieblas;
 Tú no niegas la gracia a un corazón humilde.

 Oh, Hostia Santa, Delicia del Paraíso,
 aunque ocultas Tu belleza
 y Te presentas a mí en una miga de pan,
 la fuerte fe desgarra este velo.
 
 
 

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