1 de enero de 2022

Diario de Santa Faustina,  123; 2

 

 (…) Por muchas y muy justas razones entendí que la mujer no es llamada para discernir tales misterios. Me expuse a muchos sufrimientos inútiles. Durante mucho tiempo fui considerada como poseída por el espíritu maligno y me miraban con lástima, y la Superiora tomó precauciones respecto a mí. Llegaba a mis oídos que las hermanas me miraban como si yo fuera así. (…)

 


 

 

31 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina, 117; 3

 

(...) Es un gran defecto de la vida religiosa y de la vida en general que, al ver a un alma en sufrimiento, siempre se tiene ganas de agregarle aún más. No hablo de todos, pero sí existen. Nos permitimos hacer juicios de todo tipo y hablamos allí donde muchas veces no deberíamos repetirlo.

 


 

 

30 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina, 855


Termina el año. Mi espíritu penetró en los beneficios con los cuales Dios me colmó durante todo el año. Mi alma tembló a la vista de la inmensidad de las gracias del Señor. De mi alma brotó el himno de agradecimiento a Dios. Durante una hora entera me sumergí en la adoración y en el agradecimiento, considerando cada beneficio de Dios y también mis pequeñas imperfecciones. Todo lo que este año encerró en sí, se fue al abismo de la eternidad. Nada se pierde, me alegro de que nada se pierda.

 


 

29 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina, 122; 3

 

 (…) Estas gracias de Dios empezaron a ser para mí un gran sufrimiento. Más de una vez dije directamente al Señor: "Jesús, tengo miedo de Ti, ¿no eres acaso algún fantasma?". Jesús siempre me tranquilizaba, pero yo siempre desconfiaba. Una cosa extraña, cuanto más yo desconfiaba, tanto Jesús me daba más pruebas de que Él era el autor de estas cosas.

 


 

 

28 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina,  122;1

 

 Cuando me descubrí a las Superioras, una de ellas conoció mi alma y el camino por el cual Dios quería conducirme. Siguiendo sus indicaciones, empecé a avanzar rápidamente en el camino de la perfección. Sin embargo eso no duró mucho tiempo. Al descubrir mi alma más a fondo, no recibí lo que deseaba y a la Superiora estas gracias le parecieron inverosímiles, así que ya no pude obtener nada de ella. (…)