Diario de Santa Faustina, 169;1
Mi conversación con el Señor Jesús antes de empezar los ejercicios espirituales. Jesús me dijo que esos ejercicios serían un poco diferentes de los otros: "Al tratar Conmigo procurarás alcanzar una profunda calma. Eliminaré todas las incertidumbres al respecto. Yo sé que ahora estás tranquila, mientras te estoy hablando; pero en cuanto deje de hablar, empezarás a buscar dudas, pero has de saber que fortaleceré tu alma hasta tal punto que aunque quisieras inquietarte no estaría en tu poder." (…)