15 de enero de 2022

Diario de Santa Faustina, 130;1

 

 Sin embargo empecé a descuidarme un poco. No hacía caso a estas inspiraciones interiores, trataba de distraerme. Pero a pesar del ruido y de las distracciones, veía lo que pasaba en mi alma. La Palabra Divina es muy elocuente y nada puede sofocarla. (…)

 


 

14 de enero de 2022

Diario de Santa Faustina, 129;3

 

 (…) Otra vez caí al suelo bajo aquel peso y comencé a sudar y el miedo empezó a dominarme. No tengo en quien apoyarme interiormente. De repente oí en el alma la voz: "No tengas miedo, Yo estoy contigo", y una luz extraña iluminó mi mente y comprendí que no debía someterme a tales tristezas y una fuerza me llenó, y salí de la celda con un nuevo ánimo para enfrentar los sufrimientos.

 


 

 

13 de enero de 2022

Diario de Santa Faustina,  129; 2

 

(…) Satanás siempre aprovecha tales momentos, comenzaron a venirme los pensamientos de desánimo: "He aquí tu premio por la fidelidad y la sinceridad". ¿Cómo ser sincera, si se es tan incomprendida? Oh Jesús, Jesús, ya no aguanto más. (…)

 


 

12 de enero de 2022

Diario de Santa Faustina, 129;1

 

 Un día, una de las Madres se enojó tanto conmigo y me humilló tanto, que pensé que no lo soportaría. Me dijo: "Extravagante, histérica, visionaria, vete de mi habitación, no quiero conocerte". Todo lo que pudo cayó sobre mi cabeza. Al volver a la celda, me caí de cara al suelo delante de la cruz y miré a Jesús sin poder pronunciar ni una sola palabra. Y sin embargo ocultaba a los demás y disimulaba como si no hubiera pasado nada entre nosotras. (…)

 


 

 

11 de enero de 2022

Diario de Santa Faustina, 128; 4

 

 (…) Hubo momentos en que reflexionaba si desvestirme o no para lavarme. De verdad, mi pobre cama también fue controlada muchas veces. A veces me daba risa saber que no dejaban en paz ni siquiera la cama. Una hermana me dijo, ella misma, que cada noche me miraba en la celda, para ver cómo me comportaba en ella.