22 de noviembre de 2021

Diario de Santa Faustina, 112; 8

 

 (…) La tercera cosa es que a veces el confesor da poca importancia a las cosas pequeñas. En la vida espiritual no hay nada pequeño. A veces, una cosa aparentemente pequeña descubre algo de gran importancia, y para el confesor es un haz de luz para conocer al alma. Muchos matices espirituales se esconden en cosas pequeñas. No se levantará jamás un magnífico edificio si tiramos los ladrillos pequeños. (…)

 


 

 

21 de noviembre de 2021

Diario de Santa Faustina,  112; 7

 

(…) Expresaré mejor esto con las palabras de que el confesor es el médico del alma, y, ¿cómo el médico, sin conocer la enfermedad, puede dar una medicina apropiada? Nunca. Porque no tendrá ningún efecto deseado, o le recetará demasiado fuerte y agravará la enfermedad y a veces, Dios no lo quiera, puede provocar la muerte, porque es demasiado fuerte. Lo digo por experiencia, que en algunos casos fue Dios Mismo que me sostenía. (…)

 


 

20 de noviembre de 2021

Diario de Santa Faustina,  109; 1

 

 Después de estos sufrimientos el alma se encuentra en gran pureza de espíritu y en una gran cercanía con Dios, aunque tengo que decir que durante los tormentos espirituales, ella está cerca de Dios, pero está ciega. La mirada de su alma está envuelta en tinieblas y Dios está más cerca de esta alma sufriente, pero todo el secreto está precisamente en que ella no lo sabe. (…)

 


 

 

19 de noviembre de 2021

Diario de Santa Faustina,  109; 3

 

(…) Sin embargo, conocí después que Dios está más cerca de ella en aquellos momentos que en cualquier otra circunstancia, ya que con la ayuda normal de la gracia no podría superar las pruebas. La omnipotencia de Dios y una gracia extraordinaria operan aquí, porque al no ser así, sucumbiría bajo el primer golpe.

 


 

 

18 de noviembre de 2021

Diario de Santa Faustina, 110

 

 Oh Divino Maestro, esto es solamente Tú obra en mi alma. Tú, oh Señor, no temes poner al alma al borde de un abismo terrible, donde ella se asusta y tiene miedo y Tú vuelves a llamarla. Estos son Tus misterios inconcebibles.