25 de febrero de 2022

Diario de Santa Faustina, 144

 

 Más tarde Jesús me dio otro sacerdote (P. Sopocko), delante del cual me ordenó descubrir mi alma. En el primer momento lo hice con cierta vacilación, pero una severa amonestación de Jesús dio a mi alma una profunda humildad. Bajo su dirección mi alma avanzó rápidamente en el amor de Dios y muchas exigencias del Señor fueron cumplidas en la práctica.

 


 

 

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