Diario de Santa Faustina, 130; 4
(…) También rogaba que me predispusiera a que yo considerara cualquier cosa que aquel sacerdote decidiera como decidida por Jesús Mismo. No importa cuál será el juicio sobre mí, yo deseo solamente la verdad y una respuesta decidida a ciertas preguntas. Me he encomendado a Dios completamente y mi alma desea la verdad. (…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario