22 de julio de 2021

Diario de Santa Faustina, 196; 2

 

 (…) Aunque en el alma no tenía la menor idea de eso (de esas faltas), no obstante obedecí y esperé media hora a la Superiora. Cada hermana que pasaba a mi lado, miraba sonriendo. Al haberme acusado frente a la Madre Superiora, me mandó al confesor. (…)

 


 

 

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