Diario
de Santa Faustina, 154; 3
(…) Cuando volví a casa, entré en el pequeño
Jesús (una pequeña capilla), caí de cara al suelo delante del Santísimo
Sacramento y dije al Señor: "haré todo lo que esté en mi poder, pero Te
ruego, quédate siempre conmigo y dame fortaleza para cumplir Tu santa voluntad,
porque Tú puedes todo, y yo no puedo nada por mí misma".
No hay comentarios:
Publicar un comentario