Del Diario de Santa Faustina, 198
Una vez el Señor me dijo: "Hija Mía, tu confianza y tu amor impiden Mi justicia y no puedo castigar porque Me lo impides. "Oh, cuánta fuerza tiene el alma llena de confianza.
Del Diario de Santa Faustina, 1682
Esta noche Jesús me dijo: Hija Mía, ¿no te falta nada? Contesté: Oh Amor mío, cuando te tengo a Ti, tengo todo. Y el Señor a su vez contestó: Si las almas se abandonaran totalmente a Mí, Yo Mismo Me encargaría de santificarlas y las colmaría de gracias aun mayores. Hay almas que frustran Mis esfuerzos, pero no Me desanimo; siempre que se dirigen a Mí, Me apresuro a ayudarlas, protegiéndolas con Mi misericordia y les doy el primer lugar en Mi compasivo Corazón."
Del Diario de Santa Faustina, 1680
"Domingo in Albis. Hoy me he ofrecido al Señor nuevamente como
victima de holocausto por los pecadores. Jesús mío, si ya está acercándose el
fin de mi vida, Te suplico con la mayor humildad, acepta mi muerte en unión
Contigo como un sacrificio de holocausto que hoy Te ofrezco con toda conciencia
y pleno consentimiento de la voluntad, por el triple fin: Primero: que la obra
de Tu misericordia se difunda en el mundo entero y que la Fiesta de la Divina
Misericordia sea solemnemente aprobada y celebrada. Segundo: que los pecadores
y especialmente las almas agonizantes recurran a Tu misericordia obteniendo los
indecibles frutos de esta misericordia.
Tercero: que toda la obra de Tu misericordia sea realizada
según Tus deseos y por cierta persona que dirige esta obra... Acepta, oh piadosísimo Jesús, mi pobre ofrenda que hoy Te
hice en presencia del cielo y de la tierra. Que Tu Sagrado Corazón, lleno de
misericordia, supla lo que le falta y la ofrezca a Tu Padre por la conversión
de los pecadores. Tengo sed de almas, oh Cristo."
Del Diario de Santa Faustina, 72
Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan preciosa, santísima sangre tuya. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.
Del Diario de Santa Fautina, 570
LA IMAGEN DE LA DIVINA MISERICORDIA DEBE ESTAR EXPUESTA EN LA IGLESIA PARA SU BENERACION
Una vez vi al Señor Jesús con una túnica clara; eso fue en
el invernadero y me dijo, "Escribe lo que te diré: Mi deleite es unirme a
ti, espero con gran ansia y añoro este momento en que habitaré sacramentalmente
en tu convento. Mi espíritu descansara en aquel convento, bendeciré
especialmente las inmediaciones donde estará el convento. Por amor hacia
ustedes alejaré todos los castigos que la justicia de Mi Padre administra
merecidamente. Hija Mía, he inclinado Mi Corazón hacia tus suplicas: tu tarea y
empeño aquí en la tierra es implorar la misericordia para el mundo entero. (..)
Te nombro dispensadora de Mi misericordia. Dile al confesor que la imagen esté
expuesta en la iglesia y no en el convento dentro de la clausura. Por medio de
esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso, que cada alma tenga
acceso a ella."
Del Diario de Santa Faustina, 1667
Durante la celebración de la resurrección he visto al Señor en la
belleza y el resplandor y me dijo: Hija Mia, la paz sea contigo; me bendijo y
desapareció, mi alma se llenó de alegría y de júbilo indescriptibles. Mi
corazón se fortaleció para la lucha y los sufrimientos.
Del Diario de Santa Faustina, 1670,1671
Durante la Santa Misa agradecí al Señor Jesús por haberse dignado redimirnos y por este don más grande, es decir por haberse dignado ofrecernos su amor en la Santa Comunión, o sea a Si Mismo. En aquel mismo instante fui atraída al seno de la Santísima Trinidad y fui sumergida en el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es difícil describir estos momentos.
En aquel momento rogué al Señor por cierta persona y el Señor me contestó: Aquella alma Me es particularmente querida. Me alegré de ello enormemente. La felicidad de otras almas me llena de una nueva alegría y al percibir en un alma algunos dones elevados, mi corazón asciendo al Señor con una nueva adoración.