16 de julio de 2021

Diario de Santa Faustina, 193

 

 Mi corazón es la morada estable para Jesús. Además de Jesús nadie tiene acceso a él. De Jesús recojo fuerzas para luchar contra todas las dificultades y contrariedades. Deseo transformarme en Jesús para poder dedicarme perfectamente a las almas. Sin Jesús no me acercaría a las almas, porque sé lo que soy yo por mí misma. Absorbo a Dios en mí, para entregarlo a las almas.

 


 

15 de julio de 2021

Diario de Santa Faustina, 192

 

 Una vez me cargué con una espantosa tentación que atormentaba a una de nuestras alumnas en la casa de Varsovia. Era la tentación del suicidio. Sufrí durante siete días y después de siete días Jesús le concedió la gracia y entonces terminó mi sufrimiento. Es un gran sufrimiento. A menudo me cargo con tormentos de nuestras alumnas. Jesús me lo permite, y los confesores también.

 


 

 

14 de julio de 2021

Diario de Santa Faustina, 191

 

Una mañana oí en el alma estas palabras: "Ve a la Madre General y dile que tal cosa, en tal casa no Me agrada". No puedo decir qué cosa ni en qué casa, pero a la Madre General se lo dije, aunque me costó muchísimo.

 


 

13 de julio de 2021

Diario de Santa Faustina, 190; 4

 

 (...) De repente sonó la campanilla para el almuerzo. Salí de la capilla temblorosa e indecisa. Sin embargo aquel sacrificio estaba continuamente delante de mí, porque ni había decidido aceptarlo ni tampoco había dicho no al Señor. Quería someterme a su voluntad. Si Jesús Mismo me la asignaba, estaba preparada. (...)

 


 

 

12 de julio de 2021

Diario de Santa Faustina, 190;6

 

(...) En aquel momento contesté: "Jesús, acepto todo, cualquier cosa que quieras mandarme; confío en Tu bondad". En un instante sentí que con este acto rendí un gran honor a Dios. Pero me armé de paciencia. Al salir de la capilla, me enfrenté en seguida con la realidad. No quiero describirlo con detalles, pero hubo tanto cuanto pude soportar, no hubiera podido soportar ni una gota más.