Del Diario de Santa Faustina, 379
"Mi Corazón sufre, continuaba Jesús, a causa de que ni las almas elegidas entienden lo grande que es Mi misericordia; en su relación (conmigo) en cierto modo hay desconfianza. Oh, cuánto esto hiere Mi Corazón. Recuerden Mi Pasión y si no creéis en Mis palabras, creed al menos en Mis llagas."