1 de abril de 2021

DIVINA MISERICORDIA 

 

 


Oh Dios, que nos sanas de nuestras miserias:

 Tú pones la mesa de tu Hijo

 no solamente para un grupito selecto de seguidores,

 sino para todos: para los enfermos y para los que sufren,

 para los débiles y los que viven en forzosa soledad.

 Que en todas nuestras comunidades

 asimilemos y hagamos nuestros

 los sentimientos de Jesús:

 su amor sin límites, su bondadosa aceptación de la gente,

 su espíritu abierto para compartir y para curar.

 Enséñanos a preparar la mesa de nosotros mismos

 para que otros la compartan,

 como hizo Jesús, Hijo tuyo y hermano nuestro,

 que vive contigo, y permanece con nosotros,

 ahora y por los siglos de los siglos.

 

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