Diario de Santa Faustina, 173; 1
Tentaciones de Satanás durante las meditaciones.
Me invadió
extrañamente el temor de que el sacerdote no me entendiera o no tuviera tiempo
para que pudiera exponerle todo. ¿Cómo le hablaré de todo esto? Si fuese el
Padre Bukowski, me resultaría más fácil, pero a este jesuita lo veo por primera
vez. En ese momento me vino a la mente el consejo del Padre Bukowski, quien me
había dicho que cuando hiciera los ejercicios espirituales, debería tomar nota,
aunque brevemente, de la luz que Dios me mandaría y por lo menos de eso darle
cuenta, aunque brevemente
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