7 de noviembre de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 59 (24) 1933

 

En un momento he oído una voz en mi alma: «Has la novena por la Patria. Esta novena se compondrá de la Letanía a Todos Santos. Pide el permiso al confesor». En la próxima confesión recibí el permiso y de inmediato en la noche principié la novena. Terminando la Letanía vi una claridad inminente y en ella a Dios Padre. Entre esta claridad y la tierra, vi a Jesús crucificado en tal forma que cuando Dios quería ver la tierra, tenía que mirar a través de las heridas de Jesús. Y comprendí, que por Jesús, Dios bendice a la Tierra.

 

 


 

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