Del Diario de Santa
Faustina, 531
24 NOV 1935. Domingo, primer día. Fui inmediatamente delante del Santísimo
Sacramento y me ofrecí con Jesús que esta en el Santísimo Sacramento, al Padre
Eterno. Entonces oí en el alma estas palabras: Tu intención y la de tus
compañeras es unirse a Mi lo mas estrechamente posible a través del amor,
reconciliaras la tierra con el cielo, mitigaras la justa cólera de Dios e
impetrarás la misericordia por el mundo. Confío a tu cuidado dos perlas
preciosas para Mi Corazón, que son las almas de los sacerdotes y las almas de
los religiosos; por ellas rogarás de manera especial, la fuerza de ellas vendrá
de tu anonadamiento. Las plegarias, los ayunos, las mortificaciones, las
fatigas y todos los sufrimientos, los unirás a la oración, al ayuno, a la
mortificación, a la fatiga, al sufrimiento Mío y entonces tendrán valor ante Mi
Padre.