Diario de Santa Faustina 1552
"...Aunque tuviera en
mi conciencia los pecados del mundo entero y los pecados de las almas
condenadas, a pesar de todo esto, no dudaría de la bondad de Dios, sino que me
arrojaría sin pensar en el abismo de la Divina Misericordia que siempre está abierto
para nosotros y con el corazón hecho polvo me arrojaría a sus pies
abandonándome completamente a su santa voluntad que es la misericordia
misma."
No hay comentarios:
Publicar un comentario