1 de agosto de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 1747

 

Oh Dios que con una sola palabra habrías podido salvar miles de mundos, un suspiro de Jesús habría satisfecho Tu justicia. Pero Tu, oh Jesús. Te entregaste por nosotros a tan asombrosa pasión únicamente por amor. La justicia de Tu Padre habría sido expiada con un solo suspiro Tuyo y todos Tus anonadamientos son exclusivamente actos de Tu misericordia y Tu amor inconcebible. Tú, oh Señor, partiendo de esta tierra deseaste quedarte con nosotros y Tú dejaste a Ti Mismo en el Sacramento del Altar y nos abriste de par en par Tu misericordia. 

 No hay miseria que te pueda agotar; llamaste a todos a esta fuente de amor, a este manantial de piedad divina.

 


 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario