Del Diario de Santa Faustina, 300
Pide a Mi siervo
fiel [132] que en aquel día hable al mundo entero de esta gran misericordia
Mía; que quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, recibirá el perdón total
de las culpas y de las penas.
La humanidad no
conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia. Oh,
cuánto Me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que soy santo y
justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi bondad. También
los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi bondad.
Mi Corazón se alegra de este título de misericordia.
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