27 de marzo de 2024

Del Diario de Santa Faustina, 582

 

El interior de mi alma es como un mundo grande y magnífico en el que vivimos Dios y yo. Fuera de Dios nadie más tiene acceso a él. (...) Nadie puede entender lo que estoy viviendo en este magnífico palacio de mi alma donde estoy continuamente con mi Amadísimo.

 


 

 

 

 

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