Del Diario de Santa Faustina, 918
¡Oh, cómo me duele estar en el exilio! Cuando llegue a la Casa del Padre y me deleite de la dicha que viene de la SS. ¿Pero Trinidad? Pero si es tu voluntad que siga viviendo y sufriendo, deseo lo que has establecido para mí. Mantenme en esta tierra hasta que te guste
No hay comentarios:
Publicar un comentario