Del Diario de Santa Faustina, 343
.... Te doy gracias, Jesús, por los sufrimientos interiores, por la aridez del espíritu, por los miedos, los temores y las dudas, por la oscuridad espesa y las tinieblas interiores, por las tentaciones y las diferentes pruebas, por las angustias que es difícil describir, y sobre todo por aquellas en las que nadie nos entiende, por la hora de la muerte, por la dura lucha que le precede y por toda su amargura
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