Diario de Santa Faustina, 149; 3
(…) Me decía: "Contempla Mi tormento delante de Pilato". Y así, punto por punto, durante toda la semana contemplé su dolorosa Pasión. Desde aquel momento una gran alegría entró en mi alma y ya no deseaba ni visitas, ni luz. Me bastaba Jesús por cada cosa. (…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario