Diario de Santa Faustina, 138; 3
(…) Una de las hermanas me dijo: "Prepárese, hermana, a aceptar una pequeña cruz que le espera de parte de la Madre Superiora, ¡cuánto lo siento por usted!" Y yo en mi alma estoy contenta de eso y desde hace mucho tiempo estoy preparada para ello. Al ver mi valor, se sorprendió. (…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario