3 de febrero de 2022

Diario de Santa Faustina, 145; 9

 

 (…) Las dificultades son para ella como el pan de cada día, no la espantan nada, ni asustan, como al soldado que continuamente está en el combate no le espanta el tronar de los cañones. Está lejos de asustarse, pero aguza los oídos, de qué lado ataca el enemigo, para vencerlo. No hace nada ciegamente, sino que reflexiona profundamente y sin contar consigo, reza ardientemente y pide consejo de oficiales expertos y con discernimiento; y comportándose así, gana casi siempre (…)

 


 

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