Diario de Santa Faustina 116; 1
Oh Jesús mío, Tú sabes lo que experimenta mi alma al recordar aquellos tormentos. Más de una vez me he extrañado que los ángeles y los santos queden silenciosos cuando un alma soporta semejantes sufrimientos. Sin embargo ellos nos aman muy especialmente en tales momentos. (…)
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