Diario de Santa Faustina 115; 1
El alma, al salir de aquellos tormentos, es profundamente humilde. La pureza de su alma es grande. Sin reflexionar, en cierto modo, ella sabe mejor lo que conviene hacer en un momento determinado y lo que conviene abandonar. Siente el más delicado toque de la gracia y es muy fiel a Dios. (…)
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