Diario de Santa Faustina, 228; 2
(…) Todos los días vendré a Tus pies a tomar lecciones. No emprenderé sola la más pequeña cosa sin consultarte antes, como a mi Maestro. Oh Jesús, estoy tan contenta de que Tú Mismo me hayas atraído y recibido en tu noviciado, es decir en el Tabernáculo. (…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario