"A las almas que propagan Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte nos seré para ellas, el Juez, sino el Salvador Misericordioso". Diario, 1075
Por la noche el Señor
me dijo: "hija Mía, que nada te asuste ni te perturbe, mantén una profunda
tranquilidad, todo está en Mis manos, te haré entender todo por la boca del
padre Andrasz. Sé cómo una niña frente a él."
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