Diario de Santa Faustina, 201;1
Deseo esconderme de manera que ninguna criatura conozca mi corazón. Oh Jesús, solo Tú conoces mi corazón y lo posees totalmente. Nadie conoce nuestro secreto; con una mirada nos entendemos mutuamente. Desde el momento en que nos hemos conocido, soy feliz. Tu grandeza me llena plenamente. (…)
No hay comentarios:
Publicar un comentario