30 de julio de 2021

Del Diario de Santa Faustina, 362 al 364

 

 No necesito milagros: me sobra con los que hay en la Escritura. —En cambio, me hace falta tu cumplimiento del deber, tu correspondencia a la gracia.

Desilusionado. —Vienes alicaído. ¡Los hombres te acaban de dar una lección! —Creían que no los necesitabas, y rezumaban ofrecimientos. La posibilidad de que tuvieran que ayudarte económicamente —unas pesetillas miserables— convirtió la amistad en indiferencia.

—Confía sólo en Dios y en quienes, por El, están unidos a ti.

 ¡Ah, si te propusieras servir a Dios "seriamente", con el mismo empeño que pones en servir tu ambición, tus vanidades, tu sensualidad!...

 


 

 

 

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