Diario de Santa María Faustina Kowalska, 81
Oh Santa Trinidad, DiosUno e Invisible, bendito seas por este gran regalo y testamento de misericordia. Oh Jesús mío, para compensarte por los blasfemos, callaré cuando me reprendan injustamente, para satisfacer aunque sea en una pequeña parte. En mi alma Te estoy cantando continuamente un himno y nadie lo puede sospechar ni entender. El canto de mi alma lo conoces sólo Tú. Oh creador y Señor mío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario