Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1289
′′Dulcísimo Jesús, inflama mi amor hacia Ti y transfórmame en Ti. Divinízame, para que mis acciones te sean agradables. Esto lo cumpla la potencia de la santa comunión, que recibo cada día”.
Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1364
′′Expuesta a los puros rayos de Tu amor, mi alma cambió su aspereza y se convirtió en fruto dulce y maduro. Ahora puedo ser totalmente útil a la Iglesia con mi santidad personal, que dará palpitos de vida a toda la Iglesia, ya que todos formamos en Jesús un organismo solo. Por eso me comprometo a que el terreno de mi corazón produzca buenos frutos′′.