Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1783
No sabemos qué número de almas debemos salvar con nuestras oraciones y sacrificios, por lo que es bueno que siempre oremos por los pecadores.
Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1364
′′Expuesta a los puros rayos de Tu amor, mi alma cambió su aspereza y se convirtió en fruto dulce y maduro. Ahora puedo ser totalmente útil a la Iglesia con mi santidad personal, que dará palpitos de vida a toda la Iglesia, ya que todos formamos en Jesús un organismo solo. Por eso me comprometo a que el terreno de mi corazón produzca buenos frutos′′.