Del Diario de Santa Faustina, 727
Oh Verdad eterna, concédeme un rayo de Tu luz para que Te conozca, oh Señor, y glorifique dignamente Tu misericordia infinita y dame a conocer, al mismo tiempo, a mi misma, a todo el abismo de miseria que soy.
Del Diario de Santa Faustina, 1747
Tú, oh Señor, partiendo de esta tierra deseaste quedarte con nosotros y Tú dejaste a Ti Mismo en el Sacramento del Altar y nos abriste de par en par Tu misericordia. No hay miseria que te pueda agotar; llamaste a todos a esta fuente de amor, a este manantial de piedad divina.