Del Diario de Santa Faustina, 840
Solamente en la eternidad conoceremos qué gran misterio realiza en nosotros la santa comunión. ¡Oh los momentos más preciosos de mi vida!
Diario de Santa Faustina, 137;3
(…) Un gran misterio se produjo durante aquella adoración, un misterio entre yo y el Señor; y me parecía que iba a morir de amor bajo su mirada. Aunque hablé mucho con el Señor, pero sin una palabra. Y el Señor me dijo: "Eres un deleite para Mi Corazón, desde hoy cada acción tuya, la más pequeña, encuentra la complacencia en Mis ojos, cualquier cosa que hagas". (…)