27 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina,  121; 4

 

 (…) A menudo llenaban mi alma de dudas y algunas veces mi alma se asustaba de por sí, al pensar que después de todo yo era una ignorante, no entendía muchas cosas y menos todavía las cosas espirituales. No obstante, cuando las dudas aumentaban, buscaba luz en un confesor o en las Superioras. Pero no obtenía lo que deseaba.

 


 

 

26 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina, 121; 3

 

 (…) Después de estas purificaciones y pruebas, Dios trata con el alma de modo especial, pero el alma no siempre colabora con estas gracias. No porque ella misma de por sí no quiera colaborar, sino que enfrenta tan grandes dificultades interiores y exteriores que, de verdad, hace falta un milagro para que esa alma se mantenga a estas alturas. Aquí necesita obligatoriamente al director. (…)

 


 

25 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina 182

Vigilia de Noche Buena

 

Hoy me uní estrechamente a la Santísima Virgen, viví sus momentos íntimos. Mi espíritu estaba sumergido completamente en Dios. Durante la Santa Misa de Medianoche vi al Niño Jesús en la Hostia; mi espíritu se sumergió en Él. Aunque era un Niñito, su Majestad penetró mi alma. Me impresionó profundamente este misterio, este gran humillarse de Dios, este inconcebible anonadamiento Suyo. Oh, nosotros nunca comprenderemos este gran humillarse de Dios.

 


 

24 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina 346; 1

La Vigilia de la Navidad.

 

Por la mañana durante la Santa Misa sentí la cercanía de Dios, mi espíritu se sumergió en Dios inconscientemente. De repente escuché estas palabras: "Tú eres una morada agradable para Mí, en ti descansa Mi Espíritu". Después de estas palabras sentí la mirada del Señor dirigida al fondo de mi corazón y viendo mi miseria me humillé en espíritu y admiré la gran misericordia de Dios, y que este Altísimo Señor se acercaba a tal miseria. (…)

 


 

23 de diciembre de 2021

Diario de Santa Faustina, 121; 2

 

(…) Debería pedir a Dios un guía espiritual, pero no solamente pedir un guía, sino que solicitar y buscar a un director que entienda las cosas como el caudillo que tiene que conocer los caminos por los cuales conduce a la batalla. A un alma que está unida a Dios, es necesario prepararla para grandes y encarnizados combates. (…)