11 de octubre de 2021

Diario de Santa Faustina, 239; 2

 

(…) La unión con Jesús en el día de los votos perpetuos.
Oh Jesús, Tu Corazón desde hoy es mi propiedad y mi corazón es Tu propiedad exclusiva. El simple recuerdo de Tu Nombre, Jesús, es una delicia para mi corazón. De verdad, no podría vivir un instante sin Ti, oh Jesús. Hoy mi alma está anegada en Ti, como en su único tesoro. Mi amor no conoce impedimentos en dar pruebas a su Dilecto (Amado).

 


10 de octubre de 2021

 Diario de Santa Faustina, 238; 1

 

 El anochecer. Jesús, mañana por la mañana he de pronunciar los votos perpetuos. Pedí a todo el cielo y la tierra, y todo lo que existe llamé a agradecer a Dios por esta gran e inconcebible gracia. De repente oí estas palabras: "Hija Mía, tu corazón es el cielo para Mí". (…)

 


 

9 de octubre de 2021

Diario de Santa Faustina, 237

 

La Hora Santa. En esta hora de adoración conocí todo el abismo de mi miseria. Todo lo que hay de bueno en mí, es Tuyo, Señor, pero como soy tan miserable y pequeña, tengo el derecho de contar con Tu infinita misericordia.

 


 

8 de octubre de 2021

Diario de Santa Faustina,  235

 

Oh Jesús, deseo la salvación de las almas, almas inmortales. En el sacrificio desahogaré mi corazón, en el sacrificio que ni siquiera alguien sospecha; me anonadaré y quemaré inadvertidamente en el sagrado fuego del amor de Dios. La presencia de Dios es la ayuda para que mi sacrificio sea perfecto y puro.

 


 

7 de octubre de 2021

Diario de Santa Faustina, 236

 

Oh, qué equívocas son las apariencias y los juicios injustos. Oh, cuántas veces la virtud sufre la opresión solo porque es silenciosa. Convivir sinceramente con quienes molestan continuamente, eso requiere un gran espíritu de sacrificio. Uno siente que sangra, pero las heridas no se ven. Oh Jesús, cuántas cosas nos revelará solamente el último día. ¡Qué alegría! De nuestros esfuerzos no se pierde nada.

 


 

6 de octubre de 2021

Diario de Santa Faustina, 234; 3

 

 (…) Desde aquel momento tengo las alas desatadas para el vuelo y deseo volar hacia el ardor mismo del sol. Mi vuelo no se detendrá hasta que no descanse en Él por la eternidad. SI volamos muy alto, toda la oscuridad, la niebla y las nubes las tenemos debajo de los pies y toda la parte sensitiva de nuestro ser tiene que someterse al espíritu.