Del Diario de Santa Faustina, 996
Oh Jesús mío, Te recibo en mi corazón como prenda de misericordia para las almas.
Diario de Santa Faustina, 181; 1
Hoy limpiaba la habitación de una de las hermanas. A pesar de que trataba de limpiarla con el máximo esmero, ella me seguía diciendo durante todo el tiempo: "aquí hay polvo, allí una manchita en el suelo". A cada señal suya yo pasaba y repasaba lo mismo, hasta diez veces, para tenerla contenta. No es el trabajo que cansa sino la habladuría y las exigencias desmedidas. (...)
Diario de Santa Faustina, 182; 1
Vigilia de la Noche Buena.
Hoy me uní estrechamente a la Santísima Virgen, viví sus momentos íntimos. Por la noche, antes de partir "oplatek", entré en la capilla, para intercambiarlo espiritualmente con las personas queridas y pedí a la Virgen las gracias para ellas. Mi espíritu estaba sumergido completamente en Dios. (...)