Del Diario de Santa Faustina, 504
Todos los momentos libres los pasaré con el Huésped Divino
dentro de mí; procuraré mantener el silencio interior y exterior para que Jesús
descanse en mi corazón.
Del Diario de Santa Faustina, 611
Oh Jesús mío, Te ruego por la bondad de Tu dulcísimo Corazón, que se calme Tu ira y muéstranos Tu misericordia. Que Tus heridas sean nuestro escudo ante la justicia de Tu Padre. Te conocí, oh Dios, como una Fuente de Misericordia con que se anima y alimenta cada alma. Oh, qué grande es la misericordia del Señor, por encima de todos sus atributos; la misericordia es el mayor atributo de Dios, todo lo que me rodea, me habla de ello. La misericordia es la vida de las almas, su compasión es inagotable. Oh Señor, míranos y trátanos según Tu piedad infinita, según Tu gran misericordia.
Del Diario de Santa Faustina, 286
Una vez, cuando se hacia la adoración por nuestra patria, un dolor estrechó mi alma y empecé a orar de modo siguiente: Jesús Misericordiosísimo, Te pido por la intercesión de Tus Santos y, especialmente, por la intercesión de Tu Amadísima Madre, que Te crió desde la niñez, Te ruego bendigas a mi patria. Jesús, no mires nuestros pecados, sino las lágrimas de los niños pequeños, el hambre y el frío que sufren. Jesús, en nombre de estos inocentes, concédeme la gracia que Te pido para mi patria. En aquel instante vi. al Señor Jesús con los ojos llenos de lágrimas y me dijo: *Ves, hija Mía, cuánta compasión les tengo; debes saber que son ellos los que sostienen el mundo.