"A las almas que propagan Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte nos seré para ellas, el Juez, sino el Salvador Misericordioso". Diario, 1075
Del Diario de Santa Faustina, 1578
Las gracias de mi misericordia se obtienen por un solo medio, y ese es la confianza. Cuanto más confía un alma, más recibirá.
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