Del Diario de Santa Faustina, 164
Fui donde estaba el Santísimo Sacramento y cuando me sumergí en una oración de gracias, oí en el alma estas palabras: (...) Siempre que quieras agradarme, habla al mundo de Mi gran e insondable misericordia
Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío.

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