"A las almas que propagan Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte nos seré para ellas, el Juez, sino el Salvador Misericordioso". Diario, 1075
Del Diario de Santa Faustina, 465
“Oh Salvador Mío, escóndeme entera en lo profundo de Tu Corazón y protégeme en Tus rayos de todo lo que me aleja de Ti…”
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