Del Diario de Santa Faustina, 1063
Hoy Jesús me ha ordenado consolar y tranquilizar a cierta querida alma que se ha abierto ante mí contándome sus dificultades; esa alma es agradable al Señor, pero ella no lo sabe. Dios la mantiene en una profunda humildad. He cumplido la recomendación del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario