31 de octubre de 2024

Del Diario de Santa Faustina

 

 Jesús se presentó delante de mí inespera­damente, despojado de las vestiduras, cubierto de llagas en todo el cuerpo, con los ojos llenos de sangre y de lágrimas, la cara desfigurada, cu­bierta de salivazos. De repente el Señor me dijo: La esposa debe asemejarse al Esposo.

 


 

 

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